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Tipos De Compliance

¿Cuántos tipos de compliance existen?

Panorama rápido: por qué importa clasificar los tipos de compliance

Conocer los tipos de compliance permite priorizar riesgos y diseñar controles eficaces, y esa prioridad varía según el sector, tamaño y riesgos específicos de tu organización. Si no delimitas con precisión qué cumplimiento necesitas, acabarás invirtiendo recursos en controles poco alineados con tus retos reales.

Normas y marcos que ordenan el ecosistema del compliance

Las normas internacionales y marcos sectoriales sirven como referencia para estructurar programas de compliance, ya que fijan requisitos, criterios de evaluación y buenas prácticas que facilitan la gobernanza y la rendición de cuentas. Un ejemplo clave a tener en cuenta es la norma ISO 37301, que aporta un marco de gestión para sistemas de compliance.

Clasificación operativa: ¿cómo se suelen segmentar los tipos de compliance?

La clasificación más útil es la que parte del riesgo y del ámbito normativo, porque te permite diseñar controles proporcionales y alineados con la estrategia. A continuación verás una tipología práctica que ayudará a entender qué controles son prioritarios y por qué.

1. Compliance penal (cumplimiento penal)

El compliance penal se centra en prevenir delitos corporativos y en demostrar diligencia debida, y suele apoyarse en normas como la UNE 19601 para sistemas de gestión de compliance penal. Implementar medidas eficaces aquí reduce el riesgo de sanciones, responsabilidad penal de la entidad y daños reputacionales.

Si quieres ver un ejemplo práctico sobre sistemas de gestión de compliance penal, consulta el análisis sobre UNE 19601 para un sistema de gestión de compliance penal con sus objetivos y beneficios.

2. Compliance regulatorio/sectorial

Este tipo de compliance se ocupa de cumplir regulaciones específicas de un sector, como energía, salud, financiera o farmacéutica, y requiere adaptaciones técnicas y procedimientos operativos que se integren con la normativa sectorial vigente. Este cumplimiento suele implicar certificaciones, auditorías y reporting a autoridades sectoriales.

3. Compliance fiscal y contable

El compliance fiscal cubre obligaciones tributarias, registros contables y reporte financiero, y su prioridad es evitar contingencias fiscales, sanciones y problemas con auditorías externas. Además, la integración con controles internos y políticas de documentación es clave para defender posiciones ante inspecciones.

4. Compliance laboral y prevención de riesgos laborales

El compliance laboral engloba contratos, salarios, seguridad social y prevención de riesgos laborales, con especial foco en evitar denuncias, sanciones administrativas y conflictos colectivos. La relación con recursos humanos y la gestión del cambio es esencial para que estas políticas sean sostenibles en el tiempo.

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5. Compliance ambiental

El compliance ambiental exige cumplir leyes ambientales, permisos y obligaciones de reporte sobre emisiones y residuos, y su supervisión resulta crítica por el creciente escrutinio regulatorio y social. Este ámbito conecta con la gestión de riesgos corporativos y la estrategia de sostenibilidad.

6. Compliance de protección de datos y privacidad

La protección de datos se ha convertido en un tipo de compliance estratégico, impulsado por marcos como el RGPD y las exigencias de transparencia en el tratamiento de datos personales. Aquí los controles técnicos, los acuerdos contractuales y la formación del personal son determinantes.

7. Compliance de anticorrupción y antisoborno

El compliance anticorrupción busca prevenir prácticas corruptas y establecer controles sobre terceros, como due diligence en socios comerciales y cláusulas contractuales. Estas medidas reducen riesgos penales y protegen la reputación corporativa.

8. Compliance financiero y anti-lavado (AML/CFT)

El compliance financiero aborda lavado de dinero, financiación del terrorismo y delitos económicos, e incluye KYC, monitoreo de transacciones y reporte de operaciones sospechosas. Su implementación requiere integración con sistemas transaccionales y experiencia en detección de patrones anómalos.

9. Compliance tecnológico y de ciberseguridad

El compliance tecnológico regula el uso seguro y conforme de infraestructuras, software y datos, y conecta con controles como gestión de vulnerabilidades, backups y recuperación ante incidentes. La convergencia entre tecnología y cumplimiento es cada vez más intensa debido a la digitalización.

10. Compliance contractual y de proveedores

Este tipo de compliance gestiona riesgos derivados de contratos y de terceros, incluyendo auditorías a proveedores, cláusulas contractuales de cumplimiento y seguimiento de KPIs. Gestionar el riesgo de la cadena de suministro es crítico para evitar contingencias operativas y legales.

Tipos de compliance y criterios de priorización

Tipo de compliance Ámbito principal Normas / Referencias Impacto típico
Penal Legal penal / responsabilidad corporativa UNE 19601, legislación penal nacional Alta: sanciones, reputación
Regulatorio / Sectorial Sector específico (salud, energía, financiero) Regulación sectorial Media-Alta: operativa y sanciones
Fiscal Tributos y contabilidad Leyes fiscales y normas contables Media: multas y ajustes
Protección de datos Datos personales y privacidad RGPD y legislación nacional Alta: multas y pérdida de confianza
Ambiental Medio ambiente y emisiones Legislación ambiental y permisos Media-Alta: sanciones y costes operativos

Tres puntos clave para priorizar tipos de compliance en tu organización

  • Riesgo x probabilidad = prioridad: prioriza los tipos de compliance según la severidad del impacto y la probabilidad de ocurrencia.
  • Integración con la gestión de riesgos corporativos: el compliance debe ser parte del sistema de gestión de riesgos para evitar silos y duplicidades.
  • Proporcionalidad y evidencia: diseña controles proporcionales al riesgo y genera evidencia objetiva que demuestre su eficacia ante auditores y autoridades.

Implementación práctica: fases para abordar múltiples tipos de compliance

Una hoja de ruta clara facilita pasar de diagnóstico a controles operativos, empezando por un mapeo de riesgos, seguido de diseño de controles, formación y supervisión. La evaluación continua y la mejora permiten adaptar el programa a cambios regulatorios y emergentes.

Las auditorías internas y la monitorización de indicadores son pilares para comprobar la eficacia de las medidas implantadas, y permiten tomar decisiones basadas en datos para reasignar recursos cuando sea necesario. Sin métricas claras, cualquier programa de cumplimiento pierde capacidad de respuesta.

La comunicación y la cultura organizacional son igualmente críticas porque los controles no funcionan si el equipo no los entiende o no los integra en su trabajo diario. Por eso la formación práctica y los canales de reporte confidencial deben estar bien diseñados.

Recursos y ejemplos prácticos

Si necesitas una definición amplia y práctica de compliance para contextualizar los tipos, el artículo sobre Compliance: qué es y para qué sirve ofrece una base sólida y aplicable para distintos entornos organizativos.

Los ejemplos sectoriales concretos te ayudan a adaptar las buenas prácticas, y por eso es recomendable analizar casos reales y normativas aplicables antes de diseñar procedimientos internos. Esto evita soluciones genéricas que no agregan valor.

Para resumir visualmente una idea clave sobre la evolución normativa puedes apoyarte en extractos que permitan difundir la visión entre líderes y mandos intermedios, facilitando su adopción.

La futura ISO 37301 busca responder a estos desafíos, incorporando requisitos más claros, flexibles y adaptados a la realidad digital y climática del siglo XXI. Compartir en X

Errores frecuentes al gestionar múltiples tipos de compliance

Uno de los errores más comunes es fragmentar el cumplimiento en silos desconectados, lo que provoca duplicidad de controles y esfuerzos ineficientes. El objetivo debe ser integrar procesos y compartir información para optimizar recursos.

Otro fallo habitual es la sobreadministración de controles sin evidencia de eficacia, lo que genera coste y baja adherencia por parte del personal. Mide el rendimiento de los controles y elimina o reconfigura los que no aportan valor.

Cómo elegir qué tipo de compliance implantar primero

Prioriza por impacto legal y reputacional, no por moda, porque algunas áreas pueden parecer urgentes por tendencias del mercado, pero no son críticas para tu modelo de negocio. Haz un mapa de riesgos y decide con base en datos.

Si tienes limitaciones de recursos, aplica el principio de proporcionalidad y despliega controles básicos que cubran los riesgos más severos; luego amplía el alcance según resultados y disponibilidad. Esto evita dispersarse en iniciativas de bajo impacto.

Software ISO 37301 para tipos de compliance

Contar con una herramienta de gestión facilita coordinar los distintos tipos de compliance y mantener evidencia ordenada, y por eso muchas organizaciones apuestan por soluciones que permitan configurar módulos según sus necesidades. Un ejemplo práctico es el Software ISO 37301 de ISOTools, que ofrece un enfoque modular y personalizable.

Si te preocupa la complejidad, la configuración y el soporte, este tipo de plataformas suelen incluir solo las aplicaciones que necesites y ofrecen soporte incluido para evitar sorpresas en costes. Además, contarás con consultores que te acompañan en la operativa diaria y resuelven dudas concretas, lo que reduce la carga interna y el miedo a no saber por dónde empezar.

Piensa en la tranquilidad que genera tener evidencia centralizada, procedimientos versionados y reporting automático: eso transforma el compliance de una tarea tediosa en una ventaja competitiva que protege tu proyecto y refuerza la confianza de clientes, inversores y reguladores.

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